El 14 de febrero es una fecha simbólica que une el romance y la tecnología, pero ¿entendemos cómo ha revolucionado Internet nuestra forma de conectarnos y enamorarnos?
Internet se ha convertido en una herramienta valiosa para conocer gente, compartir intereses e incluso encontrar el amor. Las redes sociales se han convertido en un espacio en el que es posible conocer a nuevas personas y, quién sabe, encontrar el amor.
Pero, ¿qué pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?
El amor es una experiencia poderosa que transforma el cerebro. Cuando nos enamoramos, nuestro cuerpo libera hormonas como la dopamina, la norepinefrina y la oxitocina. Estas hormonas nos hacen sentir en las nubes y nos brindan una sensación de felicidad y recompensa. Además, el amor activa las áreas del cerebro que están relacionadas con el placer, la atención y la recompensa. Cuando pensamos en la persona amada, se activan las áreas del cerebro encargadas de las imágenes mentales. La oxitocina también juega un papel importante al reducir el miedo y aumentar la confianza.
Sin embargo, el amor también puede aumentar la ansiedad y la obsesión, ya que los niveles de serotonina disminuyen. La amígdala, una parte del cerebro que está relacionada con las emociones, se activa cuando nos enamoramos. Este sentimiento poderoso también crea nuevas conexiones cerebrales y fortalece las existentes.
¿Hay alguna diferencia cuando nos enamoramos en línea?
Al enamorarnos en línea, nuestro cerebro libera las mismas hormonas que cuando nos enamoramos en persona. Sin embargo, la naturaleza virtual de las relaciones en línea presenta nuevos desafíos. Las relaciones en persona tienen una realidad presente, mientras que las relaciones en línea permiten a la mente imaginar una figura idealizada de la pareja, lo que puede aumentar la intensidad de sentimientos pero también puede ser dañino. Aquellos más vulnerables a los peligros de las relaciones cibernéticas son quienes buscan relaciones rápidas y fuertes.
¿Por qué sentimos que las emociones son más fuertes en la red?
Las relaciones en persona tienen una presencia real, mientras que las relaciones virtuales permiten que la mente idealice a la pareja, lo que puede llevar a una fuerte intensidad emocional. Las personas más vulnerables a las relaciones cibernéticas son aquellas que tienen tendencias a soñar y estar insatisfechas con su vida real. La investigación ha demostrado que las redes sociales aumentan la necesidad de conocer más sobre la pareja, lo que puede llevar a la obsesión. Es importante tener en cuenta que en el mundo virtual, las ilusiones pueden ser peligrosas. Por lo tanto, es importante equilibrar las relaciones virtuales con la vida real.
¿Y qué pasa cuando se nos apaga la hormona del amor?
A medida que evolucionamos, también lo hacen nuestros sentimientos y emociones. En algún momento, una relación puede llegar a su fin, lo que puede disminuir la «hormona del amor», la oxitocina, y dejarnos en un estado de tristeza. Los niveles de los compuestos químicos del enamoramiento disminuyen, el cerebro necesita tiempo para recuperarse y el contacto con la ex-pareja puede reactivar la liberación de neurotransmisores. Es importante diferenciar entre enamoramiento y amor, ya que el enamoramiento es solo una serie de reacciones químicas mientras que el amor implica creencias, valores y compromiso.
¿Química o razón, cuál es la mejor opción?
Aunque la química del amor domine gran parte de nuestras acciones, tenemos cierto control sobre ella. Es importante ser consciente de ello y romper con la creencia de que no podemos hacer nada ante el enamoramiento. Muchas relaciones tóxicas siguen adelante porque «están enamorados», pero siempre podemos usar la razón para elegir lo que es mejor para nosotras.
¿Cómo están revolucionando las nuevas tecnologías las relaciones de las nuevas generaciones?
Es alarmante constatar cómo el uso excesivo de las nuevas tecnologías de comunicación en las relaciones amorosas de las nuevas generaciones ha generado una serie de consecuencias negativas. Desde un aumento en los conflictos y la necesidad de control y pertenencia hasta problemas de privacidad y seguridad digital. La exposición excesiva en el mundo digital también ha llevado a un aumento en la incidencia de enfermedades sexuales, sextorsión, acoso digital y robo de información personal. Estos peligros son un recordatorio de la importancia de utilizar estas tecnologías con responsabilidad y moderación.
¿Podemos mantener viva la llama a largo plazo?
Mantener el amor en una relación a largo plazo requiere de esfuerzo y dedicación. Según la Dra. Fisher, una de las formas más efectivas de lograrlo es haciendo cosas nuevas juntos, ya que esto aumenta los niveles de dopamina y norepinefrina en el cerebro. Además, la intimidad, tanto sexual como emocional, es fundamental para fortalecer los sentimientos de amor.
Aunque las vacaciones pueden ser una excelente oportunidad para intensificar la conexión, pequeños gestos cotidianos, como saludarse al llegar a casa, dedicar tiempo a preguntarse por el día o simplemente dar un beso, también pueden tener un impacto significativo en la fortaleza de la relación.
Es fácil darse cuenta de que mantener el amor a largo plazo requiere un esfuerzo constante, pero al mismo tiempo, también es alentador saber que pequeños gestos pueden hacer una gran diferencia. Quizás, el secreto para estar felices juntos para siempre sea más sencillo de lo que pensamos.
A pesar de estos retos, el amor en línea es una realidad y cada vez son más las parejas que se conocen y enamoran a través de Internet. En este Día de San Valentín y Día de Internet, celebremos el amor en todas sus formas y recordemos que, a pesar de la distancia y la tecnología, el amor siempre encontrará un camino.