Un viaje bidireccional

Natividad Garrido Rodríguez en la Facultad de Filosofía de la Universidad de La Laguna.
Fotografía: Lucilla Bellini @mirtylla

«La carretera no es tan mala si uno sabe buscar las ventajas de los tiempos en espacios bidireccionales»

Esther Terrón Montero

Hoy conocemos a Natividad Garrido Rodríguez, una joven investigadora y docente que en su trayectoria profesional ha puesto especialmente atención a cuestiones relacionadas con la ética, la moral, la política, la literatura, el cine y la estética. En esta ocasión Natividad nos invita  a dar un viaje por la carretera, un viaje bidireccional de la mano de Esther Terrón Montero

Esther Terrón Montero estudió Filosofía en la Universidad de Granada, ejerció la docencia en el área de Estética de la Universidad de La Laguna y colaboró con la Escuela de Actores de Canarias. De su faceta como autora de ficción destacamos, Junio, una ácida alegoría, que toma como excusa la vida en un centro escolar de una zona turística, para dejar constancia de la incomunicación y la carencia de relaciones sinceras que vivimos en la sociedad actual.

Junio, de Esther Terrón Montero – Ínsulas de ficción 12

La novela de Esther Terrón no pertenece a la categoría de las denominadas novelas filosóficas, está cargada de reflexiones y episodios que nos hacen trascender las situaciones concretas para preguntarnos por la verdadera naturaleza de la condición humana y de las no siempre genuinas relaciones que establecemos en el ámbito social. Natividad nos introduce en su lectura y comparte con nosotras este sugerente fragmento:

Natividad Garrido Rodríguez en la Facultad de Filosofía de la Universidad de La Laguna.
Fotografía: Lucilla Bellini @mirtylla

“Una hora antes he extraído mi cuerpo de entre unas cálidas sábanas floreadas. Me enjabono bajo el potente caño de una ducha de la que me siento infantilmente orgullosa y me coloco la camiseta de siempre con una falda de vuelo verde espolvoreada de perlitas de colores; es lo que toca hoy. Ejecuto cada madrugada la misma operación con la que me compongo, mediante movimientos mecánicos, mi imagen de profesora de Lengua y Literatura.

He perfeccionado las maniobras durante los últimos años y a estas alturas Miguel no aprecia la grandeza con la que me desplazo por un piso de cincuenta metros cuadrados atestado de muebles sin levantar el más ligero murmullo. Vi una película china, cuando aún iba alguna vez al cine, en la que un acrobático joven logra hacerse imperceptible al ojo y al oído humanos. Convivía con personas sin que estas pudieran percibir su existencia: evitaba con éxito cruzarse en los pasillos, aguardaba paciente, controlando la respiración y sin que nadie lo viera, a quedarse solo para poder salir y hacer su vida. Adapta su cuerpo a espacios increíblemente exiguos en los que se ocultaba y nunca, jamás, era descubierto. Llega a lograr tal grado de perfección técnica que incluso se evade de una prisión haciendo creer al carcelero que, aún antes de irse, ya no está. Lo recuerdo con simpatía porque, igual que él, yo he llegado a dominar el arte del desvanecimiento. Cuando dos horas más tarde Miguel se despierta no imagina que su novia se haya convertido en escama de pez. Yo, además del de la desaparición, dominó también el arte de la transmutación”.

(Terrón-Montero, 2012, p.10-11)

«Ciertamente ya estoy muerto, pero mi muerte, como la de los astros más lejanos, no será visible hasta dentro de algún tiempo. Es lo que ocurre con todo lo que ves, no puedes distinguir lo que aún vive de lo que ya está extinto»

Esther Terrón Montero, Junio

Cuanto más aprendemos más libres somos y esa es una buena razón para emprender nuestros viajes a través de la lectura. 

Gracias Natividad por regalarnos este trocito de libertad.

Athena Science: Andrea López

Fecha de publicación: 10 de mayo de 2022

REFERENCIAS

Terrón Montero, E. (16 de marzo de 2018). 16 de marzo: Esther Terrón. Publicado por Filosofía ULL. Recuperado el 6 de mayo de 2022.

http://filosofiaull.blogspot.com/2018/03/16-de-marzo-esther-terron_16.html